Archivo del blog

lunes, 11 de abril de 2011

El hombre y la flora

Los niños cuando son bebes se parecen al "sauce llorón", berrean como condenados y si te pones debajo de ellos, seguro que sales mojado.
Los jóvenes, sangre caliente, fortaleza física visión del futuro, piensan que tienen cien años por delante al igual que un "roble", simpre que no hagan leña ya maduros toman las cosas con mas calma. Pero en copas, y si les va mal se agarran de lo que haya, esta conjunción tiene un nombre "enredadera y palo borracho".
Y para el final los viejos, los viejitos tan parecidos a un "ombu", árbol antiguo, si los hay, admirado por la gente pero llenos de bultos y no sirven para nada.
Pd: Me olvidaba "pino brasil" que te lleva al último paseo.

Escrito por: Raúl Jóse Pedro Martorell Montero

Un paseo al parque

Unos amigos me invitaron a pasar un día de campo, por supuesto que acepté porque me hizo recordar cuando era niño y mi padre que tenía un auto enorme, nos juntaba a los cinco hermanos, dos primos y a la madre y marchábamos a pasar un día en cualquier parque, supongo que mi padre elegía el lugar porque siempre había un arroyo cerca; claro eso era de niño, pero la curiosidad de ver que sentiría ahora me hizo aceptar la invitación.
Lo pasamos de maravilla, intentamos pescar, los más chicos jugaron al fútbol y nos comimos un asado bien regado por dentro.
Ahí busque un lugarcito en la sombra, algo alejado pues los borrachos gritaban como locos,
Me desperté al rato, fui a ver a los compañeros, no había nadie, un silencio incómodo en el ambiente ¿Dónde se metieron? ¿Será normal?, lo cierto es que espere un largo rato y nada, se venía la noche así que resolví buscar la salida, menos mal que me acordaba por donde habíamos entrado, después de largo rato encontré el portón, pero estaba cerrado y fue en ese momento que me di cuenta al leer el cartel: Parque del recuerdo (cementerio)



Escrito por Raúl José Pedro Martorell Montero

Vistas de página en total